Especialistas Felinos Desmienten los Mitos Más Arraigados Sobre los Gatos
Los gatos han sido compañeros del ser humano durante miles de años, pero a pesar de esta larga relación, siguen siendo objeto de numerosos mitos y creencias erróneas que se transmiten de generación en generación. Estos mitos no solo distorsionan nuestra comprensión de estos fascinantes animales, sino que en ocasiones pueden llevar a prácticas de cuidado inadecuadas o incluso perjudiciales.
En este artículo, con la ayuda de veterinarios especialistas y etólogos felinos, desmontaremos algunos de los mitos más persistentes sobre los gatos, aportando información científica actualizada que nos ayudará a entender mejor a nuestros compañeros felinos y a mejorar su bienestar.
10 Mitos Sobre Gatos Que Los Especialistas Desmienten
1. Los gatos siempre caen de pie
Este es quizás uno de los mitos más extendidos sobre los felinos. Si bien es cierto que los gatos poseen un extraordinario reflejo de enderezamiento que les permite girar su cuerpo durante una caída para intentar aterrizar sobre sus patas, esto no significa que siempre lo consigan.
La Dra. Carolina Martínez, veterinaria especialista en medicina felina de Bogotá, explica: "Los gatos necesitan una altura mínima para completar el giro, generalmente entre 1 y 1,5 metros. En caídas desde alturas muy bajas o muy elevadas, pueden sufrir lesiones graves. De hecho, en las clínicas veterinarias atendemos numerosos casos de traumatismos por caídas, especialmente el denominado 'síndrome del gato paracaidista'".
Este síndrome se produce cuando los gatos caen desde grandes alturas, como balcones o ventanas de edificios, y pueden sufrir fracturas en las extremidades, lesiones torácicas o traumatismos internos, a pesar de haber caído sobre sus patas.
2. Los gatos odian el agua
Contrariamente a la creencia popular, no todos los gatos detestan el agua. Esta generalización ignora las diferencias individuales y las experiencias previas de cada felino.
"Algunas razas como el Turco Van, el Maine Coon o el Bengalí suelen mostrar una afinidad natural por el agua", señala el etólogo felino Juan Carlos Ramírez. "Lo que sí es cierto es que muchos gatos domésticos desarrollan aversión al agua debido a experiencias negativas o a la falta de habituación desde pequeños".
Los especialistas recomiendan acostumbrar gradualmente a los gatitos al contacto con el agua desde edades tempranas, siempre de forma positiva y respetando sus límites, para evitar que desarrollen fobias.
3. Los gatos son animales nocturnos
Aunque es común escuchar que los gatos son animales nocturnos, en realidad son crepusculares, lo que significa que su mayor actividad se concentra durante el amanecer y el atardecer.
"Este patrón de actividad está relacionado con su evolución como cazadores, ya que sus presas naturales (pequeños roedores) suelen ser más activas en estos momentos del día", explica la Dra. Martínez. "Sin embargo, los gatos domésticos suelen adaptar sus ciclos de actividad a los de sus cuidadores, siendo más activos cuando sus humanos están en casa".
Conocer este aspecto de su comportamiento natural nos ayuda a entender por qué nuestros gatos pueden mostrarse especialmente juguetones o inquietos en determinados momentos del día.
4. Los gatos negros traen mala suerte
Este mito, profundamente arraigado en muchas culturas, carece por completo de base científica y ha causado un daño considerable a los gatos de pelaje negro, que suelen ser los últimos en ser adoptados en refugios y albergues.
"En la Edad Media, los gatos negros fueron asociados con la brujería y el mal, una superstición que desafortunadamente persiste en algunos sectores de la sociedad", comenta Ramírez. "Esta creencia ha provocado que muchos gatos negros sean abandonados o sufran maltrato, especialmente en fechas como Halloween".
Organizaciones de protección animal en Colombia, como la Fundación Gatitos Cali, reportan que los gatos negros tienen tasas de adopción significativamente más bajas que los de otros colores, un fenómeno que se repite en muchos países.
5. Los gatos ronronean solo cuando están contentos
El ronroneo es uno de los sonidos más característicos de los gatos, pero su significado es más complejo de lo que tradicionalmente se ha creído.
"Los gatos no solo ronronean cuando están felices o relajados; también pueden hacerlo cuando están estresados, enfermos o incluso durante el parto", explica la Dra. Martínez. "El ronroneo tiene propiedades terapéuticas para ellos, ya que las vibraciones que produce (entre 25 y 150 Hz) pueden promover la curación de tejidos y reducir el dolor".
Por tanto, es importante observar otros signos del lenguaje corporal del gato para interpretar correctamente su estado emocional, y no asumir automáticamente que un gato que ronronea está contento.
6. Los gatos son independientes y no necesitan compañía
La imagen del gato como un animal completamente autosuficiente que no necesita interacción social es otro mito que los especialistas desmienten categóricamente.
"Aunque los gatos son más independientes que los perros, siguen siendo animales sociales que necesitan estimulación, afecto y compañía", afirma Ramírez. "Los gatos que pasan mucho tiempo solos pueden desarrollar problemas de comportamiento como depresión, ansiedad o conductas destructivas".
Los expertos recomiendan dedicar tiempo diario a jugar con nuestros gatos, proporcionarles enriquecimiento ambiental y, en algunos casos, considerar la adopción de un segundo gato para que se hagan compañía mutuamente, siempre realizando una introducción gradual y adecuada.
7. La leche es buena para los gatos
Las imágenes de gatos bebiendo leche están profundamente arraigadas en el imaginario colectivo, pero la realidad es que la mayoría de los gatos adultos son intolerantes a la lactosa.
"Después del destete, los gatos pierden progresivamente la enzima lactasa, necesaria para digerir la lactosa presente en la leche", explica la Dra. Martínez. "Darles leche de vaca puede causarles problemas digestivos como diarrea, vómitos o dolor abdominal".
Si queremos ofrecer a nuestro gato un producto lácteo, existen alternativas específicas para felinos, bajas en lactosa, disponibles en tiendas especializadas. Sin embargo, lo más recomendable es que su principal fuente de hidratación sea siempre el agua fresca.
8. Los gatos siempre caen sobre sus patas
Este mito, similar al primero pero con un matiz diferente, sugiere una infalibilidad que los gatos simplemente no poseen.
"Aunque el reflejo de enderezamiento es impresionante, no es infalible", aclara la Dra. Martínez. "Factores como la altura de la caída, la condición física del gato, su edad o posibles enfermedades previas pueden afectar a su capacidad para girar correctamente".
Es fundamental tomar medidas de seguridad en el hogar, como instalar redes en ventanas y balcones, para prevenir caídas que pueden resultar fatales o causar lesiones graves.
9. Los gatos ven en completa oscuridad
Si bien es cierto que los gatos tienen una visión nocturna superior a la humana, no pueden ver en ausencia total de luz.
"Los gatos necesitan una mínima cantidad de luz para ver", explica Ramírez. "Su ventaja reside en que pueden aprovechar hasta seis veces mejor la luz disponible que nosotros, gracias a la estructura de su retina y a una capa reflectante llamada tapetum lucidum, que es la responsable del brillo característico de sus ojos en la oscuridad".
Esta adaptación evolutiva les permite cazar eficazmente en condiciones de poca luz, pero no les otorga la capacidad de ver en oscuridad absoluta, como erróneamente se cree.
10. Los gatos tienen siete vidas
Este popular mito, que en algunos países habla de siete vidas y en otros de nueve, carece evidentemente de base científica, pero refleja la asombrosa capacidad de supervivencia de estos animales.
"La creencia en las múltiples vidas de los gatos probablemente surge de su agilidad y su capacidad para escapar de situaciones peligrosas", comenta la Dra. Martínez. "Sin embargo, los gatos son tan vulnerables como cualquier otro animal y requieren cuidados responsables para garantizar su bienestar y longevidad".
Los especialistas insisten en que perpetuar este mito puede llevar a subestimar los riesgos reales que enfrentan los gatos, como accidentes, enfermedades o envenenamientos.
La Importancia de Desmitificar las Creencias Sobre los Gatos
Desmontar estos mitos no es un mero ejercicio académico, sino una necesidad práctica para mejorar el bienestar de los gatos domésticos. Las creencias erróneas pueden llevar a prácticas de cuidado inadecuadas o a expectativas poco realistas sobre el comportamiento felino.
"Comprender correctamente a los gatos, basándonos en conocimientos científicos actualizados, nos permite establecer una relación más armoniosa con ellos y atender mejor sus necesidades físicas y emocionales", concluye Ramírez.
La Dra. Martínez añade: "En mi consulta veo frecuentemente problemas derivados de estas creencias populares. Por ejemplo, gatos con obesidad porque sus dueños creen que deben beber leche, o casos de estrés porque se espera que sean completamente independientes y no se les proporciona la estimulación necesaria".
Preguntas Frecuentes Sobre Mitos Felinos
¿Es cierto que los gatos siempre aterrizan sobre sus patas?
No siempre. Aunque poseen un notable reflejo de enderezamiento, necesitan cierta altura para completar el giro. En caídas muy cortas o muy largas pueden sufrir lesiones graves, incluso si logran aterrizar sobre sus patas.
¿Los gatos pueden beber leche?
La mayoría de los gatos adultos son intolerantes a la lactosa, por lo que la leche de vaca puede causarles problemas digestivos. Es preferible ofrecerles agua fresca o productos específicos para gatos bajos en lactosa.
¿Es verdad que los gatos negros traen mala suerte?
Absolutamente no. Esta es una superstición sin base científica que ha perjudicado gravemente a los gatos de pelaje negro, dificultando su adopción y exponiéndolos a maltrato.
¿Los gatos pueden ver en completa oscuridad?
No. Los gatos necesitan una mínima cantidad de luz para ver. Su ventaja es que pueden aprovechar mucho mejor la luz disponible que los humanos, pero no pueden ver en oscuridad absoluta.
¿Los gatos son animales nocturnos?
Los gatos son principalmente crepusculares, lo que significa que su mayor actividad se concentra al amanecer y al atardecer. Sin embargo, los gatos domésticos suelen adaptar sus ciclos de actividad a los de sus cuidadores.
¿Es cierto que a los gatos no les gusta el agua?
No todos los gatos rechazan el agua. Algunas razas incluso disfrutan de ella. La aversión que muchos gatos domésticos muestran hacia el agua suele ser resultado de experiencias negativas o falta de habituación desde pequeños.
Conclusión: Conocimiento Científico vs. Creencias Populares
Los mitos sobre los gatos han persistido a lo largo de los siglos, transmitidos de generación en generación, pero el avance de la medicina veterinaria y la etología felina nos permite hoy contrastar estas creencias con información científica actualizada.
Comprender correctamente a nuestros compañeros felinos no solo enriquece nuestra relación con ellos, sino que contribuye significativamente a su bienestar. Los especialistas felinos coinciden en que la educación y la divulgación de información contrastada son fundamentales para desmontar estos mitos persistentes.
¿Conocías alguno de estos mitos? ¿Has descubierto que alguna creencia que tenías sobre los gatos era errónea? Te invitamos a compartir tu experiencia y a seguir aprendiendo sobre estos fascinantes animales que, después de miles de años de convivencia con los humanos, siguen guardando secretos que la ciencia continúa desvelando.