
Vendedores de mascotas revelan: Señales de alerta en potenciales adoptantes
Descubre las señales de alerta que los vendedores y refugios de mascotas identifican en personas que no deberían adoptar animales y cómo promover adopciones responsables.
Descubre las señales de alerta que los vendedores y refugios de mascotas identifican en personas que no deberían adoptar animales y cómo promover adopciones responsables.
La adopción de una mascota es una decisión que implica responsabilidad, compromiso y amor durante muchos años. Sin embargo, no todas las personas están preparadas para asumir este compromiso, aunque crean estarlo. Los vendedores de mascotas éticos y los refugios de animales han desarrollado, a través de años de experiencia, un ojo clínico para identificar a aquellos potenciales adoptantes que podrían no ser adecuados para convertirse en tutores de un animal.
En Colombia, donde aproximadamente el 60% de los hogares tiene al menos una mascota según datos de Fenalco, la industria de venta y adopción de animales de compañía ha evolucionado significativamente. Los establecimientos responsables ya no se limitan a vender animales; ahora evalúan cuidadosamente a los potenciales compradores o adoptantes.
"No se trata solo de hacer una venta, sino de asegurar que ese animal tendrá una vida digna y feliz", explica Carolina Ramírez, propietaria de una tienda especializada en mascotas en Bogotá. "Preferimos perder una venta que entregar un animal a alguien que no está preparado para cuidarlo adecuadamente".
Los profesionales del sector han identificado comportamientos y actitudes que funcionan como banderas rojas al momento de evaluar a un potencial adoptante. Estas señales de alerta ayudan a proteger el bienestar de los animales a largo plazo.
Quizás la señal más preocupante es cuando alguien decide adoptar una mascota por impulso, sin haber investigado previamente sobre las necesidades específicas de la especie o raza.
"Cuando alguien entra y dice 'quiero ese perrito porque es muy bonito' sin preguntar sobre sus cuidados, temperamento o necesidades, encendemos las alarmas", comenta Juan Pérez, coordinador de un refugio animal en Medellín. "La adopción debe ser una decisión informada, no emocional".
Otro indicador preocupante es cuando la decisión de adoptar no ha sido consensuada con todos los miembros del hogar.
"Hemos tenido casos donde una persona quiere adoptar un perro, pero su pareja no está de acuerdo. Eso casi siempre termina en devolución o abandono", señala María Fernanda López, veterinaria y asesora de adopciones en Cali. "Por eso siempre recomendamos que vengan todos los miembros de la familia para conocer a la mascota antes de la adopción".
Muchos adoptantes potenciales tienen ideas preconcebidas sobre cómo debe comportarse una mascota, influenciadas por películas o redes sociales, que no corresponden con la realidad.
"Cuando alguien espera que su perro se comporte como Lassie o que su gato nunca arañe los muebles, sabemos que habrá problemas", explica Ricardo Gómez, adiestrador canino en Barranquilla. "Los animales tienen comportamientos naturales que debemos entender y canalizar, no reprimir".
Los vendedores y refugios también se preocupan cuando los potenciales adoptantes se enfocan exclusivamente en la apariencia del animal.
"Si alguien solo pregunta por el color del pelaje o si el animal 'combinará' con su decoración, es una señal clara de que no está considerando lo más importante: el bienestar y la personalidad del animal", afirma Patricia Duarte, directora de un centro de adopción en Bucaramanga.
El cuidado adecuado de una mascota implica gastos en alimentación, atención veterinaria, vacunas, desparasitación y más. Cuando un potencial adoptante muestra sorpresa o resistencia ante estos costos, es una señal de alerta.
"Si alguien se queja por el costo de la adopción, que generalmente incluye vacunas y esterilización, o pregunta por opciones de alimento 'más económicas', nos preocupa su capacidad para mantener al animal adecuadamente en el futuro", explica Carlos Martínez, veterinario en una fundación protectora de animales.
Además de comportamientos específicos, existen perfiles de adoptantes que generan preocupación entre los profesionales del sector.
En Colombia, como en muchos países, existen tendencias en la adopción de mascotas. Después del estreno de "101 dálmatas", "Game of Thrones" o "Stranger Things", los refugios notaron un aumento en la demanda de razas específicas que aparecían en estas producciones.
"Cuando una raza se pone de moda por una película o serie, nos preocupamos. Muchas personas adoptan sin entender las necesidades específicas de esa raza, y meses después, cuando la novedad pasa, el animal termina abandonado", comenta Alejandra Sánchez, coordinadora de adopciones en un refugio de Bogotá.
Adoptar una mascota inmediatamente después de perder otra puede ser problemático si la persona no ha procesado adecuadamente su duelo.
"Entendemos el dolor de perder una mascota, pero adoptar otra inmediatamente, esperando que sea igual a la anterior, no es saludable ni para la persona ni para el nuevo animal", explica la psicóloga especializada en vínculo humano-animal, Laura Torres.
Regalar mascotas como sorpresa es una práctica desaconsejada por todos los profesionales del sector.
"Nunca entregamos animales para regalos sorpresa. La persona que recibirá la mascota debe estar involucrada en el proceso de adopción desde el principio", afirma contundentemente Jorge Ramírez, fundador de una red de refugios en el Valle del Cauca.
Los establecimientos responsables han desarrollado procesos de evaluación cada vez más sofisticados para asegurar que las mascotas vayan a hogares adecuados.
Muchos refugios y tiendas éticas realizan entrevistas detalladas y, en algunos casos, visitas al hogar del potencial adoptante.
"Necesitamos ver dónde vivirá el animal, si hay espacio adecuado, si existen riesgos potenciales y si toda la familia está de acuerdo con la adopción", explica Natalia Rojas, coordinadora de un programa de adopción responsable en Cartagena.
Algunos establecimientos ofrecen periodos de adaptación antes de finalizar la adopción.
"Implementamos un sistema de 'hogar temporal' de dos semanas para que la familia y la mascota se conozcan. Si la adaptación no es adecuada, el animal regresa sin problemas", comenta Daniel Ortiz, director de una fundación protectora en Pereira.
En Colombia, la Ley 1774 de 2016 reconoce a los animales como seres sintientes y establece obligaciones para sus propietarios. Sin embargo, los expertos consideran que aún falta regulación específica sobre los procesos de venta y adopción.
"Necesitamos normativas más estrictas que regulen quién puede vender o dar en adopción animales y bajo qué condiciones", opina la abogada especializada en derecho animal, Claudia Morales. "Mientras tanto, dependemos de la ética de los establecimientos y de la educación de los adoptantes".
La educación es fundamental para prevenir adopciones inadecuadas. Muchos refugios y tiendas éticas han implementado programas educativos.
"Realizamos talleres gratuitos sobre tenencia responsable antes de aprobar una adopción. Esto ha reducido significativamente las devoluciones", explica Andrés Gutiérrez, educador canino y colaborador de varios refugios en Antioquia.
Los expertos recomiendan que los potenciales adoptantes se preparen adecuadamente:
No todas las personas están en condiciones de adoptar una mascota, pero existen alternativas para quienes aman a los animales:
"Ofrecemos programas de voluntariado, apadrinamiento a distancia o la posibilidad de ser hogar temporal para animales en recuperación", explica Mariana Vélez, coordinadora de voluntarios en una fundación de Manizales. "Estas opciones permiten ayudar a los animales sin el compromiso a largo plazo que implica una adopción".
El costo mensual puede variar entre 200.000 y 500.000 pesos colombianos, considerando alimentación de calidad, atención veterinaria preventiva, accesorios y emergencias ocasionales. Este monto puede aumentar significativamente dependiendo de la especie, tamaño y necesidades específicas del animal.
Un establecimiento responsable solicitará como mínimo: identificación personal, comprobante de domicilio, referencias personales y, en algunos casos, comprobante de ingresos. Algunos refugios también solicitan la firma de un contrato de adopción que establece compromisos de cuidado.
Sí, es completamente normal y no debe tomarse como algo personal. Los refugios y vendedores éticos priorizan el bienestar del animal y buscan el mejor hogar posible. Si te rechazan, pide retroalimentación para entender qué aspectos podrías mejorar.
No existe un tiempo establecido, pero los expertos recomiendan procesar adecuadamente el duelo antes de adoptar nuevamente. Esto puede tomar desde semanas hasta meses, dependiendo de cada persona y circunstancia.
Los vendedores y refugios de mascotas que implementan procesos de evaluación rigurosos no buscan complicar la adopción, sino asegurar que cada animal encuentre un hogar donde será amado y cuidado adecuadamente durante toda su vida.
"Cuando una adopción es exitosa, todos ganan: el animal encuentra un hogar amoroso, la familia recibe el cariño incondicional de una mascota, y nosotros cumplimos nuestra misión", concluye Luisa Fernández, directora de un centro de adopción en Medellín.
La próxima vez que consideres adoptar una mascota, recuerda que las preguntas y requisitos que te solicitan no son obstáculos, sino parte de un proceso responsable que busca el bienestar de todos los involucrados. La paciencia y honestidad durante este proceso son las mejores garantías de una adopción exitosa y una relación duradera con tu futura mascota.